Hoy en día, para que un extranjero pueda adquirir una propiedad en México, hay dos aspectos fundamentales que se deben considerar.
En primer lugar, existe el artículo 27 de la Constitución Mexicana, el cual establece que los extranjeros no pueden adquirir propiedades de manera convencional en una franja de 100 km a lo largo de las fronteras y 50 km en las playas del litoral mexicano. Esta área es conocida como la «zona restringida».
Zona Restringida y Fideicomiso
La «zona restringida» es regulada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que determina mediante censos los municipios que se encuentran dentro de esta franja. Esta medida proteccionista, implementada hace muchos años, busca preservar el patrimonio nacional. Sin embargo, con la globalización y los cambios en el mundo moderno, esta medida puede parecer arcaica para algunos.
Para que los extranjeros puedan adquirir propiedades en estas zonas restringidas, se utiliza un instrumento legal llamado fideicomiso. El fideicomiso es un acuerdo en el cual una persona física o moral (el fideicomitente) confía un bien a una institución fiduciaria (generalmente un banco), para que esta lo administre en beneficio del fideicomisario (el extranjero). Este mecanismo permite que el extranjero disfrute de la propiedad y ejerza todos los derechos de uso y disfrute, aunque el título de propiedad permanezca con la institución fiduciaria.
Fuera de la Zona Restringida
Para aquellos extranjeros que desean adquirir una propiedad fuera de la zona restringida, es necesario adherirse a una cláusula establecida por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Esta cláusula, conocida coloquialmente como la «Cláusula Clavo», requiere que los extranjeros celebren un convenio con la SRE para realizar cualquier inversión inmobiliaria en México. Este convenio establece que los extranjeros deben renunciar a la protección diplomática de su país de origen respecto a la propiedad adquirida, sujetándose a las leyes mexicanas. En caso de no cumplir con estas reglas, los extranjeros podrían perder su inmueble.
Reflexiones Finales
Es fundamental que cualquier extranjero interesado en adquirir propiedades en México conozca y cumpla con las leyes vigentes para evitar problemas legales. La posibilidad de adaptar las normativas actuales para facilitar la inversión extranjera podría ser un punto clave para el crecimiento de la industria turística e inmobiliaria en México.
Para terminar, aunque existen restricciones y procedimientos específicos para la adquisición de propiedades por parte de extranjeros, estos mecanismos permiten que se puedan realizar dichas adquisiciones de manera legal y segura. La evolución de estas leyes podría abrir nuevas oportunidades para el mercado inmobiliario mexicano, beneficiando tanto a los inversionistas extranjeros como a la economía local.